jueves, 19 de febrero de 2009

Dulce Nombre de María Gago Lebrón

Mari Gago, así llamamos todos a Dulce Nombre de María Gago Lebrón, es una mujer comprometida con la sociedad en la que vive. Siempre dispuesta a colaborar y ayudar a niños y a mayores, promoviendo actividades tanto deportivas como culturales. Su intención es crear un ambiente participativo en un mundo cada vez más individualista.
“Mi trayectoria personal dedicada al bien social y voluntariado la puedo dividir en dos etapas, una primera etapa deportiva dedicada a los niños y a la juventud, colaborando en clubes, asociaciones, colegios… como el C. P. Beato Juan Grande, el Club Baloncesto Carmona y por último fundando la Asociación Deportiva Atenea. La segunda etapa, en la que estoy ahora la dedico al sector de la mujer, colaborando con la Asociación Isabel Ovín, de la cual en estos momento, soy la Presidenta, y entre los objetivos que me he marcado puedo destacar el compartir experiencias, aportar mis ilusiones, fomentar el buen compañerismo e incluso La Amistad, plantear metas realistas y sobre todo escuchar a todas las personas que se acerquen con inquietudes a nuestra asociación. Aprovecho estas líneas para dar las Gracias a todas/os compañeras/os que de una manera u otra han compartido su tiempo, experiencias e ilusiones en estas etapas de mi vida y no me canso de animar a todas aquellas personas que tengan algunas inquietudes, metas, objetivos o simplemente ilusiones que las compartan con otras personas y entre todos a pesar de los tiempos que estamos viviendo seguro que encontramos la parte bonita y positiva de la vida. No es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita, al igual que no hay que destruir al prójimo para demostrar lo que uno vale, sino reconocerle a los demás su parte buena y entonces demostramos nuestra grandeza.” “La Mujer o El Hombre nunca sabe lo que es capaz hasta que lo intenta”

José Ibáñez

Fue presidente de la peña "La Giraldilla" y actualmente es presidente de la Asociación del Carnaval, voluntario de la Asociación Aimar y monitor voluntario de forja en la Escuela Taller. A José le preocupa especialmente la problemática de los jóvenes.
“Muchos de ellos tienen problemas desde los siete años y no se hace nada por ellos. Veo mal que se suba la subvención a la Asociación la Giraldilla de la que soy presidente y sin embargo a Aimar se le retire. Pienso que desde la administración se le da más importancia al trabajo burocrático que a la realidad social. Es necesaria una asociación que haga algo con estos jóvenes. A su vez la asociación también necesita apoyo, seguimiento, una buena formación de sus componentes, interés por los jóvenes. El fin es conseguir que estos jóvenes sigan en contacto con la asociación y desde ella construir lo que no tienen en sus casas, que frecuentemente es donde reside su problema. El contacto con los Servicios Sociales debería ser más directo. Los protagonistas tienen que ser los jóvenes y lo único que les queda es la Escuela taller. Muchos se han pasado todo el año sin ir a clase y a pesar de ser menores nadie ha hecho nada. El sistema tiene la culpa de que esto ocurra. Ellos necesitan mucha más atención o conseguiremos mucha paja y poco grano. Sin preparación no pueden competir. Necesitan motivación, trabajar en grupo, preocupación por su ciudad, tomar conciencia de su propia limpieza y de la de su entorno. Mi peña no tiene problemas. Los jóvenes, sí. Problemas con el alcohol, las drogas. Ninguno de los que deberían ocuparse hace nada, ni siquiera Servicios Sociales. Sin embargo Aimar sí se ha preocupado por ellos y denuncia estos casos. Los jóvenes no son el problema, el problema somos nosotros.”

Margarita Jiménez

Margarita empezó a tener una actividad de carácter social hace ahora unos 20 años; antes tuvo que ocuparse de cuidar de sus padres e hijos. Sus primeros pasos fueron dentro de la Asociación Vida, de la que fue su primera presidenta. En aquellos momentos había muchos problemas con la drogodependencia y las madres vivían angustiadas con este tema.
“Empezamos un grupo de personas y creamos la Asociación Vida. Para mí todo era muy nuevo y tuve que aprender mucho y rápido, venía de un mundo sencillo, de ama de casa. Pero todo fue muy bien porque formábamos un equipo muy bueno y empezamos con mucha ilusión. Dentro del equipo se encontraban las monjas de la Compasión, que hicieron mucho por Carmona, eran unas monjas de caridad de verdad, pero poco conocidas. Posteriormente, cuando la asociación ya estaba montada, dejé la presidencia y formamos el Colectivo por Carmona, también con algunos miembros de la Compasión. Cuando empezamos, nuestra labor consistía en luchar por conseguir un Centro de Salud y todas las mejoras posibles en sanidad. Carmona ha sido uno de los últimos pueblos en los que se reconvirtió el Ambulatorio en Centro de Salud. Entre diez mujeres recogimos cerca de 7.000 firmas en 15 días y las entregamos en el Parlamento. Llegamos a entrevistarnos con todos los partidos políticos. Gracias a estas monjas que están acostumbradas a trabajar en barrios marginados aprendimos mucho. Tuvimos muchas entrevistas: con el director del Distrito, con el delegado de Salud… Siempre nos han ido dando largas pero a pesar de todo se han ido consiguiendo cosas, como por ejemplo el dentista, las radiografías, etc.
Últimamente hemos hecho una manifestación pidiendo la UVI móvil, estoy indignada con la poca participación de los carmonenses. Hace ya muchos días y no hemos obtenido ninguna respuesta de la autoridad competente. Espero y deseo que esto se solucione ya que es urgente, y si no, seguiremos en la lucha.
Otro de los temas que nos interesa mucho es la inmigración. A nivel personal ayudo a los inmigrantes todo lo que puedo, les oriento, les ayudo a buscar piso o trabajo.Creo que lo que me mueve es la Fe. Lo que no tolero son las injusticias y siempre me voy del lado del más débil porque me pongo en su lugar. Cada vez puedo hacer menos por la edad, además tuve un accidente muy grave y tengo menos fuerza, pero seguiré haciendo lo que pueda.”

Nicolás Peña

Nicolás es de sobra conocido por todos los carmonenses y sobre todo por aquellos que son amantes del carnaval.
“Para las mujeres soy Nicolás el de las bombonas. No estudié porque con 5 años me quedé sin padre y en cuanto me salió trabajo a los catorce años dejé el colegio y me puse a trabajar. He trabajado 30 años repartiendo bombonas. Aún recuerdo que una bombona en aquella época valía
122 pesetas. Desde hace siete años trabajo en autocares Hans, en un principio me llamó para las noches, para llevar la chirigota “Los Pibitos” de Antoñito Serrano y después para las despedidas de solter@. Yo ni fumo, ni bebo, ni ando con mujeres malas, solo me gustan las buenas y lo mío son los carnavales. Entré en este mundo en tiempos de la dictadura en los años 60. Salía con los salesianos de Carmona, la banda infantil de cornetas que en aquella época estaba en su apogeo. Participábamos en un desfile de bandas en Cádiz porque el Carnaval estaba prohibido y eran las fiestas típicas gaditanas. Ahí fue cuando me entró el gusanillo. En el 74 empezaron los carnavales de Carmona y en el 76 empecé a salir. Al principio había solo tres agrupaciones, la mía se llamaba “Los 15 Parvulitos”, a partir de ese año fundamos la “Asociación los Pitos de Caña”. Criticábamos a todo el mundo en general. En sus inicios era un carnaval mas de la calle. Actualmente mi autor preferido es Antonio Martínez Ares. No puedo olvidarme de Paco Prieto, que ya salía conmigo a los 10 años".

Ángel Rodríguez

Lo que preocupa ahora mismo a Ángel son las personas que tienen problemas con el alcohol o las drogas, aquellas que tienen problemas familiares y en especial las madres preocupadas que buscan ayuda. Él mismo viene de este mundo, fue toxicómano durante quince años y conoce los problemas que esta situación acarrea.
“A todas estas personas, una vez que se recuperan, las ayudamos a reincorporarse en la sociedad. No es tarea fácil porque al no estar subvencionados debemos buscar soluciones económicas y valernos por nosotros mismos. Con doce años fumé mi primer porro y de ahí en adelante cada vez fue peor. Con veinte años fui consciente por primera vez de que me estaba metiendo en un mundo muy oscuro, que duró cinco o seis años más. Entonces intenté salir de este mundo yo solo, pero me resultó imposible. Fue en ese momento cuando me hablaron de un centro cristiano en Chiclana, donde me acogieron y finalmente pude empezar una nueva vida. La familia que llevaba este centro me habló de Dios y parte de mi rehabilitación fue de búsqueda interior a través de Él. Ayudar a los demás, junto con mi mujer, también ex-toxicómana, es algo que nace de nuestro interior porque vemos la necesidad que tiene nuestra sociedad. Desde el año 1989 en que me rehabilito, empiezo a dedicarme a esta labor y a partir de 1997 lo hago en Carmona. El mundo de las drogas no se ve hasta que está uno dentro y mi consejo a los jóvenes es que no tomen “nada” y disfruten de muchas otras cosas que no son las drogas”.

Janeth Palacios

Janeth es de origen colombiano y actualmente tiene la doble nacionalidad colombo española.
“Salí de Colombia buscando un futuro mejor, un sueño, buscando nuevas oportunidades porque en ese momento la situación en mi país era difícil y atravesaba momentos críticos por culpa de una mala administración. Yo amo mi tierra, mi familia, pero llega un momento en que no te puedes dejar llevar por el corazón. A partir del momento en que tienes un hijo te lo piensas mejor y por él y su futuro tomas la decisión. Mi primera idea fue ir a Estados Unidos porque parte de mi familia se encuentra allí, pero las cosas se pusieron complicadas, mi segunda opción era España y en aquel momento entrar en este país era más fácil y tenía la ventaja del idioma. Llegué a Madrid y mis comienzos fueron difíciles, me tocó vivir momentos muy duros y estuve a punto de tirar la toalla y volver a mi país, pero otra parte de mí me decía que no podía dejarme vencer por la adversidad. Afortunadamente poco a poco me fui abriendo camino y conociendo gente hasta llegar a ser la presidenta de a Asociación “Puerta de Sevilla”. Mi hija ha sido el motor de mi vida, la que me impulsa a seguir adelante. Poco a poco me fui involucrando más y ahora por el hecho de ser la presidenta me siento con más responsabilidad. Lo más importante es que la gente de la asociación se comprometa más, que haya mayor interrelación. Nuestra motivación es conseguir una mayor integración, incluso crear nuestra propia bolsa de empleo".

Guillermo Gordillo

"Las inquietudes se han esfumado totalmente. Esa ilusión innata que tiene una persona joven la he perdido. En su momento la tuve y me encerraron aquí en mi tienda, porque en ese momento la situación era muy difícil y no me quedó más remedio que defender esto. Soy de Carmona porque he nacido en Carmona…
Las consecuencias son bastante amplias y dificiles de comentar con tan pocas palabras. La pérdida que tuve de niño me marcó definitivamente para ser apático a muchas cosas. Si a alguien debo un agradecimiento sería a los salesianos de Carmona. Me acogieron de una manera maravillosa y con ellos no me sentí marginado sino que pude participar en muchas actividades tanto de teatro como del clero. Me hice una persona consistente en mi formación.
Hoy en día tengo amigos extraordinarios que me acogieron en los principios del periódico ESTELA, al principio tuvieron que obligarme a participar pero me dieron plena libertad para expresarme.
”Tristeza y alegría de Septiembre” fue uno de mis artículos, en él pude hablar con libertad de la manera dramática e infame en que mataron a mi padre en el 36 y que tanto influyó en mi vida futura. Cuando me jubile me gustaría tener con mi mujer, una persona entrañable, una vida en la que dedicarme a hacer lo que a mí siempre me ha gustado, la lectura. Siempre me han gustado las biografías porque en ellas me identifico con muchos personajes que han vivido historias similares a la mía".

Pepe Rivas

Está jubilado y ha sido maestro en el C.E.I.P. Beato Juan Grande.
"Después de una vida dedicada a la enseñanza una de mis principales aficiones es el deporte. Creo que el deporte está dejado de la mano de Dios, pero no solo en Carmona sino en toda Andalucía.
A mí me gustaría saber el dinero que sale del Ayuntamiento para deporte, que no sea el de Diputación. No hay un objetivo claro para hacer una política que fomente el deporte. Aquí no hemos tenido nunca ayuda y eso es una vergüenza para Carmona. Pongo el ejemplo del Club de Baloncesto Carmona del cual soy fundador. En su momento no recibió ayuda cuando bajó de categoría. Nuestros mejores deportistas como por ejemplo los hermanos Jiménez o Joaquín Herencia, han tenido que irse de Carmona para poder desarrollar el deporte en condiciones.
Habría que cambiar la mentalidad de los políticos, porque la mentalidad es que hacer deporte es perder el tiempo. Solo les interesa salir en la fotografía si algo sale bien. Cuando estaba en el Beato mi equipo participaba en los Juegos Deportivos de Andalucía y la Junta te ayudaba en algo, ahora ya no te dan nada. Al final solo podrá hacer deporte el que tenga dinero. Hoy en día solo se fomenta el fútbol sala porque es lo más fácil de jugar. Es un poco triste decirlo pero la verdad es que estoy muy desencantado con la manera de llevar el deporte".

Mª Dolores Burgos

Vive en Carmona y es madre de familia numerosa, y como madre que es se siente implicada en la vida educativa de sus hijos.
"Como madre de tres hijos me preocupa su educación y que los valores de mis hijos sean la convivencia, la tolerancia, el respeto a los compañeros y a todo el mundo en general.
Para mí es más importante que sean buenas personas y buenos compañeros a que tengan un diez en un examen. Creo que el diálogo con nuestros hijos es lo más importante. Hoy día no existe porque estamos tan atareados con otras cosas que no le damos importancia a escuchar a los demás.
Tengo siempre un montón de ideas y mi ilusión es llevarlas a cabo con los niños para que ellos aprendan. Este año desde el Colegio San Blas me siento más implicada al ser la presidenta del A.M.P.A. y me gustaría llevarlas a cabo junto con todos los padres interesados, que también tienen mucho que aportar, con el fin de beneficiar a los niños y a nosotros mismos ya que es un enriquecimiento mutuo.
Me gustaría decir a la gente que no se atreve por timidez o por falta de costumbre que se animen, que participen. Existen muchas asociaciones en Carmona que ni siquiera conocemos y desde las que se pueden hacer muchas cosas interesantes".