Manuel Pérez García es un hombre implicado por completo con el deporte en Carmona. Desde su juventud ha estado vinculado directamente en el fomento del baloncesto entre los jóvenes, y apoyando de diferentes maneras a los distintos clubes de Carmona. Desde que cumplió los 50 años, se encuentra retirado del trabajo directo desde el Club Baloncesto Carmona, aunque sigue preocupado por cómo fomentar el deporte en la ciudad.
“Yo tenía inquietudes por el deporte porque ya venía al gimnasio que tenía instalado la OJE (Organización Juvenil Española) en lo que es hoy el ayuntamiento. Esto más o menos ocurrió en 1971, y creamos un equipo, donde jugaban Rafael Zayas entre otros, para participar en los Juegos de Primavera y en el antiguo colegio salesiano donde se organizaban los torneos de verano. Participaba como jugador, pívot luchador bajo el aro, como tiene que ser. Sin embargo comencé en el baloncesto gracias a la aparición de un loco, llamado Pepe Rivas, buscando gente para montar un club de baloncesto en Carmona, y acepté su ofrecimiento.
Quise ser jugador pero me tuve una lesión grave en un partido en Tocina. Tardó mucho mi recuperación pero hizo falta un entrenador para el equipo y me hice cargo con 18 años. No tenía ni idea y fui aprendiendo poco a poco hasta que me retiré a los 50 años. En conclusión, estuve más de 30 años como entrenador del Club Baloncesto Carmona.
Esta experiencia ha sido totalmente positiva. Si miro para atrás, pienso la cantidad de tiempo que he perdido, quitándoselo a mi profesión, pero he ganado en distracción, pasando muy buenos ratos y otros no tan buenos. Recuerdo por ejemplo un día que veníamos de Tocina, y yo traía un montón de gente dentro del Citröen, y pinchamos las dos ruedas. No lo olvidaré en mi vida, fue una hecatombe. Traía casi el equipo entero y claro, me costó el dinero.
Creo que estamos mal acostumbrados al ver siempre al deporte subsidiado al Ayuntamiento. Si ahora vemos la gestión del Club de Tenis, los usuarios se pagan su deporte, se auto gestionan. El ayuntamiento sólo aporta la luz y el agua y, no sé por qué será, pero allí ves una actividad increíble. Parece que el destino del deporte es olvidarse del deporte subsidiado y que el que quiera hacer deporte se lo pague. Hay que tener en cuenta a la gente que no pueda costeárselo, buscando alguna solución.
Yo no creo en la frase “Carmona se merece tener un club en tal categoría”. Pienso que es más correcto decir que “Carmona se merece tener a un club si tiene una afición que lo apoya”. Si tú no tienes afición, gente que te respalde social y económicamente, no puedes aspirar a más. El ayuntamiento no puede mantener a un equipo por encima de las posibilidades deportivas que tenga el equipo. Por ejemplo, la agrupación deportiva Carmona tiene un presupuesto desorbitado, no en base de su afición, sino por esos luchadores incansables que formaban sus directivas, como Manzano, Valentín Pinaglia, Manolo del Bar Ciclón con su hermano, el Mellizo,… en fin, que salen a por todas en busca de dinero porque “Carmona se merece…”. Pienso que Carmona se merece de acuerdo a la afición que tiene, que es la que tiene que mantener. Yo mismo soy socio del Carmona de fútbol, de baloncesto, del club ciclista, del club de tenis, en fin, de muchas sociedades deportivas de Carmona por apoyar.
El baloncesto en Carmona se practica ahora mucho menos. La separación del equipo femenino y masculino en época de Antonio Bautista como delegado de deportes es algo que no debió ocurrir. Ahora los equipos masculinos son muy competitivos, incluso se ha formado un equipo de “viejas glorias” donde algunos se lo están tomando más en serio ahora que cuando estaban en el equipo.
Sin embargo, fue lamentable para el deporte en Carmona la destrucción de las instalaciones del antiguo polideportivo, ya que dejaron en precario la práctica del deporte, sobre todo del baloncesto, hasta el día de hoy. Sólo tenemos dos pabellones y queda como alternativa saltarse las vallas de los colegios. Es verdad que existían problemas con la antigua piscina, pero no se debía haber anulado aquellas instalaciones. Deberían hacerse nuevas pistas o recuperar estas antiguas para el baloncesto.
Andrés Jiménez lo descubrimos en una campaña de "operación altura" en el colegio Beato Juan Grande para promocionar el baloncesto. Llegamos a su clase y se pusieron todos los niños de pie. Nos quedamos sorprendidos al verlo con 13 años con casi dos metros de altura. Se incorporó a jugar, y con el apoyo de Pepe Rivas que escribió al seleccionador juvenil de la época (Aito García Reneses), pronto se fue a Badalona. Ahora, ya retirado, ha participado en un video musical con Loquillo y antiguos compañeros de la época como Epi, Corbalán...