Nicolás es de sobra conocido por todos los carmonenses y sobre todo por aquellos que son amantes del carnaval.
“Para las mujeres soy Nicolás el de las bombonas. No estudié porque con 5 años me quedé sin padre y en cuanto me salió trabajo a los catorce años dejé el colegio y me puse a trabajar. He trabajado 30 años repartiendo bombonas. Aún recuerdo que una bombona en aquella época valía
122 pesetas. Desde hace siete años trabajo en autocares Hans, en un principio me llamó para las noches, para llevar la chirigota “Los Pibitos” de Antoñito Serrano y después para las despedidas de solter@. Yo ni fumo, ni bebo, ni ando con mujeres malas, solo me gustan las buenas y lo mío son los carnavales. Entré en este mundo en tiempos de la dictadura en los años 60. Salía con los salesianos de Carmona, la banda infantil de cornetas que en aquella época estaba en su apogeo. Participábamos en un desfile de bandas en Cádiz porque el Carnaval estaba prohibido y eran las fiestas típicas gaditanas. Ahí fue cuando me entró el gusanillo. En el 74 empezaron los carnavales de Carmona y en el 76 empecé a salir. Al principio había solo tres agrupaciones, la mía se llamaba “Los 15 Parvulitos”, a partir de ese año fundamos la “Asociación los Pitos de Caña”. Criticábamos a todo el mundo en general. En sus inicios era un carnaval mas de la calle. Actualmente mi autor preferido es Antonio Martínez Ares. No puedo olvidarme de Paco Prieto, que ya salía conmigo a los 10 años".
122 pesetas. Desde hace siete años trabajo en autocares Hans, en un principio me llamó para las noches, para llevar la chirigota “Los Pibitos” de Antoñito Serrano y después para las despedidas de solter@. Yo ni fumo, ni bebo, ni ando con mujeres malas, solo me gustan las buenas y lo mío son los carnavales. Entré en este mundo en tiempos de la dictadura en los años 60. Salía con los salesianos de Carmona, la banda infantil de cornetas que en aquella época estaba en su apogeo. Participábamos en un desfile de bandas en Cádiz porque el Carnaval estaba prohibido y eran las fiestas típicas gaditanas. Ahí fue cuando me entró el gusanillo. En el 74 empezaron los carnavales de Carmona y en el 76 empecé a salir. Al principio había solo tres agrupaciones, la mía se llamaba “Los 15 Parvulitos”, a partir de ese año fundamos la “Asociación los Pitos de Caña”. Criticábamos a todo el mundo en general. En sus inicios era un carnaval mas de la calle. Actualmente mi autor preferido es Antonio Martínez Ares. No puedo olvidarme de Paco Prieto, que ya salía conmigo a los 10 años".
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