Ramón Pichardo Hernández

Este carmonense de 34 años vive y trabaja en el Circo Donaldson, que actuará desde mañana jueves en nuestra ciudad.

Ramón Pichardo Hernández es carmonense y trabaja en un circo, sí, han leído bien, en un circo. Desde hace años pertenece al grupo de trapecistas, payasos, equilibristas y malabaristas que conforman el Circo Donaldson, un espectáculo totalmente familiar y que podremos disfrutar los carmonenses del jueves 9 al domingo 12 de febrero en el Real de la Feria con el siguiente horario:

Jueves y viernes: 19:15 horas.

Sábado: 12:30 - 18:00 - 20:00 horas.

Domingo: 12:30 - 18:00 horas.

En su web (www.circodonaldson.com) podréis encontrar los precios de las entradas e interesantes descuentos para niños y adultos.

"Yo comencé a trabajar en el circo sin saber absolutamente nada de este oficio. Cuando era pequeño en el colegio nos llevaron una vez a ver uno que había venido a Carmona, siendo la primera y única relación que tuve con el circo. Sin embargo, años después cuando estaba terminando la carrera de Ingeniero Agrónomo conocí a la que es mi novia, que sí pertenece a este  mundo por tradición familiar. 

Mi suegro y su familia formaban parte del Circo Roma, conocido por muchos como el Circo de Rody Aragón. Hace unos años se animó montar su propio espectáculo por lo que me decidí a participar en él como representante, algo que necesita una serie de conocimientos que poseo por mi formación universitaria.

Llegó el día en el que el circo se quedó con sólo diez personas, por lo que pasé de ser sólo representante a ser montador y trabajar en la pista como payaso. Yo no tenía ni idea de juegos malabares pero un día debuté en un charivari, una serie de ejercicios de malabares de presentación. Empecé con tres pelotitas, tres aritos y tres mazas, y se me cayeron las tres pelotas, los aros y las mazas. Muchos nervios pero ya has debutado. Con la práctica, nuestro charivari ha pasado de ser de dos minutos a ser de siete. También empecé con el número de Augusto, de payaso, y otro de magia, y parece que la gente disfruta al verlo. Ahora puedo hacer de todo. La pista me gusta, en ella lo doy todo e intento que el público se divierta.

El Circo Donaldson realiza un espectáculo que dura aproximadamente hora y media, donde participan 9 artistas, que nos vamos turnando en los espectáculos con el tiempo justo para prepararnos para el siguiente número. La pista no es fácil, es necesario ensayar mucho y lo normal en un circo es que el artista se especialice como ha hecho mi suegro toda su vida como equilibrista y payaso musical, pero en un circo familiar como éste todo es más complicado, ya que además de hacer la función, debemos montar y desmontar todo, realizar el transporte de ciudad en ciudad, hacer la publicidad donde vayamos a actuar, atender al público para que se siente y limpiar todo. 

El circo no sólo es una manera de ganarse la vida, es también un estilo de vida porque es allí donde haces hasta lo más cotidiano y donde tienes a todos tus compañeros, que son como tu familia. Yo, por ejemplo, llevo siete años viviendo en una caravana de sólo siete metros, pero tengo todo lo necesario para realizarme en el modo que he elegido vivir. A pesar de lo que pueda pensar la gente, cuando viajamos apenas tenemos tiempo para visitar los lugares donde hacemos las representaciones.

Quien vaya a venir a nuestro espectáculo, debe hacerlo sin una idea preconcebida de lo que va a ver. En él encontrarán sólo el trabajo de nosotros los artistas, en un espectáculo sin parones y muy dinámico, en fin, un circo tradicional que gusta muchísimo al público, y más cuando se da cuenta de que quien está montando la carpa es el mismo que te hace reír. Esto hace que lo valoren mucho. Y una ventaja, nuestro circo tiene una estupenda calefacción, algo que se agradece en estos días de frío.