jueves, 19 de febrero de 2009

Guillermo Gordillo

"Las inquietudes se han esfumado totalmente. Esa ilusión innata que tiene una persona joven la he perdido. En su momento la tuve y me encerraron aquí en mi tienda, porque en ese momento la situación era muy difícil y no me quedó más remedio que defender esto. Soy de Carmona porque he nacido en Carmona…
Las consecuencias son bastante amplias y dificiles de comentar con tan pocas palabras. La pérdida que tuve de niño me marcó definitivamente para ser apático a muchas cosas. Si a alguien debo un agradecimiento sería a los salesianos de Carmona. Me acogieron de una manera maravillosa y con ellos no me sentí marginado sino que pude participar en muchas actividades tanto de teatro como del clero. Me hice una persona consistente en mi formación.
Hoy en día tengo amigos extraordinarios que me acogieron en los principios del periódico ESTELA, al principio tuvieron que obligarme a participar pero me dieron plena libertad para expresarme.
”Tristeza y alegría de Septiembre” fue uno de mis artículos, en él pude hablar con libertad de la manera dramática e infame en que mataron a mi padre en el 36 y que tanto influyó en mi vida futura. Cuando me jubile me gustaría tener con mi mujer, una persona entrañable, una vida en la que dedicarme a hacer lo que a mí siempre me ha gustado, la lectura. Siempre me han gustado las biografías porque en ellas me identifico con muchos personajes que han vivido historias similares a la mía".

2 comentarios:

La esquinita de la plaza dijo...

Magnifica persona Guillermo. Un artista soñador y con muchas inquietudes encerrado en una bata. Una suerte conocerlo.

Anónimo dijo...

Guillermo: eres un modelo a seguir para muchos carmonenses más jóvenes que tú. Siempre admiré la serenidad con la que afrontaste sucesos que a tu familia le ocurrieron en tu infancia. Pero no fueron capaces de destruirte como persona porque nunca guardaste rencor a nadie. También he admirado siempre tus dotes de escritor; un escritor, ágil, ameno, divertido, de los que hacen afición por la lectura. Y ello con el mérito añadido de haber tenido que ser a la fuerza autodidacta, porque las circunstancias de la vida te llevaron a regentar una tienda. Enhorabuena, Guillermo, porque pese a tu modestia has sido un triunfador en la vida.